En 1975 Delores Winder asistió a una conferencia sobre el Espíritu Santo en Dallas, Texas, donde Kathryn Kuhlman era la oradora. Como nunca había visto un milagro de sanidad y pensaba que la sanidad sobrenatural había terminado en la época de los apóstoles, Delores no estaba orando por un milagro esa noche a pesar que sufría de una grave enfermedad. No obstante, como “Dios es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos”, Delores fue transformada de desesperanza a plenitud; fue liberada de una enfermedad mortal. Esa noche Delores sintió la misma presencia del Dios vivo rodeándola. Muchos recibirán sanidad porque el poder de este testimonio es tal que es como si la unción de este milagro de sanidad salpicara de las páginas.